martes, 28 de septiembre de 2010

Dudante

Sí, sí.  Vos pensaste.  Pero te equivocaste.  Además no creo que lo hayas hecho.  No puede ser.  No se puede hacer tan rápido.  Pero sí.  Y te lo voy a seguir diciendo y repitiendo hasta el cansancio.  Sino, ¿en qué me entretengo?  En nada.  Siempre es lo mismo.  Un ida y vuelta.  Y vos que estás no en tu mejor día.  Quizá por eso te convertiste en dudante.
Sí, una dudante completa.  Que nadie entiende.  O yo no quiero entender. Vos me explicás, pero me cierro.  No quiero, no quiero, no quiero.  Y yo te explico, pero vos ni me escuchás.  Nada, nada más se me ocurre para hacerte entrar en razón.  Te pido pruebas.  Yo te las doy.  Pero sigo siendo du... ¿cómo era?.  Dudante.  Ah, sí.  Dudante.  ¿Por qué dudante?.  Dudante.  En constante duda.  Para todo.  Desde tomar café con leche o agua hasta decidir si quiero o no creer.  Por eso dudante, ¿entendés?
No importa.  Pensá lo que quieras.  Yo sé lo que tengo que hacer.  Aunque a mi no me parece.  Pienso mucho antes de hacer las cosas.  Por eso dudante, ¿no?  Sí.
Voy a dudar en todo pero me molesta.  Corto, corto.  No entiendo por qué corto.  Será porque sos dudante.  Dudante hasta el último momento, vas a decidir todo, hasta si te quedás o te vas.

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